Abstract

El presente articulo contiene un comentario al can. 1592 del CIC que regula la ausencia del demandado en el proceso. Esta situación puede verse desde dos ángulos: como una crisis procesal y respecto a la valoración de la ausencia del demandado cara a la sentencia definitiva en una causa matrimonial. El autor se detiene en algunos puntos problemáticos que crean ciertas dificultades en la practica forense: el desconocimiento del paradero actual de la parte demandada, la posibilidad de declarar la ausencia de la parte que solamente contesta la demanda por escrito, pero no quiere comparacer personalmente ni declarar. El autor se opone frente a quienes in tentan explicar la incomparacencia dei demandado como una situación favorable a la prueba de algunos capítulos de nulidad matrimonial. La incomparecencia es la renuncia del demandado al ejercicio del derecho de defensa, sin que pueda valorarse esta postura como una ventaja para el actor. La ausencia del demandado no disminuye la obligación del actor de probar la nulidad. No puede fácilmente considerarse un síntoma de la incapacidad psíquica ni tampoco un indicio de la simulación dei matrimonio.